PRESENTACIÓN
Dificultades de diversa índole hicieron que no fuera posible cumplir con la periodicidad anunciada, por lo cual pedimos disculpas. Para tratar de no incurrir de nuevo en el mismo error, las próximas entregas se harán con una periodicidad anual, que se tratará de compensar con una mayor extensión del contenido de cada número. Para ir cumpliendo lo dicho, el número presente dobla en extensión al anterior.
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Iniciamos este número con una larga investigación, fruto de la colaboración, del que subscribe, con Carmen Diego, sobre el expurgo que sufrieron las bibliotecas escolares donadas por el Patronato de Misiones Pedagógicas en la provincia de Palencia. De dicha investigación, podemos decir que, con muy pocas salvedades, aborda un aspecto de la represión aplicada al libro durante la GCE prácticamente ignoto hasta la fecha.
El siguiente artículo firmado asimismo por Carmen Diego, junto a Montserrat González Fernández, nos ofrece una investigación referida al accidentado desarrollo de las bibliotecas escolares en España. Un periplo que culmina sin duda durante la Segunda República, y que pasó por su fase más oscura durante la Guerra Civil. Dada la temática referida, nos pareció pertinente incluirlo aquí, en tanto sirve de contextualización histórica a la investigación desarrollada en el primer artículo, algo que sin duda nos permitirá entender mejor los logros republicanos en lo referente a las bibliotecas escolares.
Novedoso (y logrado) podemos considerar el trabajo de Teresa Bermúdez, dado que como ella misma refiere, con la excepción de la investigación llevada a cabo en 1987 por Basilio Losada Castro, no se había abordado la cuestión de la censura en relación con la narrativa escrita en gallego. El periodo elegido por la autora se centra en la denominada "nova narrativa"(1954-1971). No nos resistimos a hacer referencia a la conclusión a la que llega la investigadora, pues dice "los efectos del empleo de estos recursos (desplazamiento, situación en el extranjero, símbolo, etc.) coinciden curiosamente con las características definitorias de la nova narrativa". Hay que tener en cuenta que esos recursos eran una forma de hacer pasar de contrabando un mensaje no permitido. A partir de lo apuntado, y con la vigencia de la censura institucional,¿no cabe pensar, al menos en tanto hipótesis, que los fundamentos estéticos de algunos movimientos literarios, no fueron en realidad sino una técnica más de camuflaje?
Desde nuestro primer contacto con el escritor y premio Nobel, J.M. Coetzee, encontramos, para nuestra sorpresa - lo que habla bien en su favor - amabilidad y receptividad hacia nuestra propuesta. La misma consistía en la obtención del "placet" para poder reproducir un capítulo de su libro:"Contra la censura. Ensayos sobre la pasión por silenciar". El capítulo reproducido, con los pertinentes permisos editoriales, "Salir de la censura", es sólo una pequeña muestra de lo que se puede aprender sobre la misma tras la lectura de este libro. La reseña del libro, que también se incluye al final de este número, servirá para entender por qué pensamos que este libro tiene algo que enseñarnos.
Los tres trabajos siguientes giran en torno a la investigación sobre el teatro traducido en España durante el franquismo, y pueden entenderse como facetas de un mismo tema. Los mismos son fruto del trabajo de tres investigadoras - con un largo currículum en su haber - que forman parte del proyecto de investigación del grupo TRACE. En el primero de ellos, Raquel Merino, señala una cuestión en la que no parecen haber reparado hasta la fecha los investigadores: el valor documental de los archivos de censura no sólo como fuente de estudio de la misma, sino como "banco de datos" que permite la reconstrucción fehaciente de otras trayectorias culturales. Por ejemplo de buena parte de la historia de la edición durante el siglo pasado o, como en este caso, la puesta en cuestión de la historia canónica del teatro que ha desconocido la importancia de esas traducciones-versiones y su influencia en el devenir escénico de nuestro país.
Dentro de los parámetros señalados, Elena Bandín se ocupa de la traducción y adaptación (a la escena española) del teatro clásico inglés, y por su parte María Pérez L. de Heredia, centra su artículo en el denominado "teatro conservador" en lengua inglesa. En ambos casos se puede observar que la programación de este tipo de teatro - adaptado y pasado por el filtro de la censura - ocupó un espacio que evitó"la entrada de elementos disidentes" (Elena Bandín) y como "la traducción es siempre un método útil, accesible y oculto de manipulación y censura" (L. de Heredia). La amplia base documental con la que trabajan ambas investigadoras hace que esas hipótesis alcancen un alto grado de veracidad.
Una semblanza del que fuera Ministro de Información y Turismo desde 1951 a 1962, Gabriel Arias Salgado, nos presenta en su artículo Diego Vadillo. Se trata, a no dudarlo, de una de sus primeras incursiones en el tema de la censura, y por esa misma razón, y para que le sirva de apoyo, no hemos querido dejar de incluirlo en este número.
Gustavo Gili Roig, había fundado la editorial del mismo nombre en el año 1902, por lo que en el año 1944, cuando pronunció su conferencia ante la Asamblea Nacional de Autores, Editores y Libreros, luego recogida en forma de libro, poseía un profundo conocimiento del mundo editorial como queda atestiguado en las páginas de su texto. Del mismo hemos transcrito dos epígrafes: "Las intervenciones" y "La censura", que probablemente como excepción en aquella España imperial, muestran como era posible hablar" de la censura con censura".
El siguiente trabajo, de Agustín Torreblanca, viene a representar lo que bien podríamos llamar "el sueño de todo investigador": es decir, que alguien se haya preocupado de allanar su camino en esa fase previa de recopilación documental. No son frecuentes este tipo de trabajos de archivística que cataloguen las fuentes documentales con precisión, que es lo que hace el autor respecto al "control administrativo" de obras teatrales. No todo el artículo interesa a nuestro tema, pero por respeto a la integridad del artículo, y por si sirviera de ejemplo, era preciso transcribirlo de modo completo.
Al hilo de las memorias de Laín Entralgo, M.L. Abellán, comenta algunos aspectos de las mismas, referidas a la selectividad de la memoria y al recuerdo utilitario de Laín: su papel como" rescatador"de generaciones - la del 98, en este caso -; su posición respecto a la controvertida figura de Unamuno; la mistificación del grupo intelectual de Burgos (el "ghetto al revés") y quizá lo que sea la tesis más importante del artículo: el desplazamiento del centro de poder de la censura desde la figura de Dionisio Ridruejo hacia la de Laín, en tanto sostiene Abellán que "el Departamento de Ediciones y Publicaciones del Servicio Nacional de Propaganda era la cúpula de todo el sistema censorio".
Un segundo artículo de M. L. Abellán, muy poco conocido, se refiere a la censura de algunas obras teatrales durante la II República. Lo más llamativo de la cuestión son los paralelismos entre este período y la etapa posterior del franquismo respecto a los criterios de censura empleados. Quizá, ello prueba - en relación a la etapa republicana, de la que desconocemos prácticamente todo lo relacionado con la censura - que los antecedentes de la práctica censorial no hay que ir a buscarlos demasiado lejos.
Se cierra el número con la, ya aludida, reseña del libro de J. M. Coetzee, y un archivo documental sobre la legislación producida durante los años 1949-1952.
Nuestro agradecimiento a todos los colaboradores y lectores.